HUESITO LOV : POETA MALITO

Tributo al poeta Huesito Lov (1939-1999). Piezas recopiladas del maestro y material en torno a su obra, vida y enfermedades.

jueves, julio 27, 2006

Entrevista a Huesito Lov, Agosto de 1982 (Primera Parte)

(En el pueblo malagueño de Villanueva de Tapia tiene lugar mi encuentro con el poeta Huesito Lov. El sol se cae a pedazos. Estamos sentados en la barra de una tasca de viejo, máquina tragaperras grasienta y olor a aceite refrito llamada "El Entreicho". Huesito viste chaqueta negra con camiseta blanca de tirantes: los lamparones en su pecho son medallas del Caído, del que sabe que una mancha en la ropa interior enseña más que todos los pulcros Evangelios juntos. Cada vez que hago una pregunta, el maestro gasta tinto, aceituna y palillo para contestar. Huesito hace de la entrevista, con su laconismo desnudo y sus silencios enfermos, lo único que sabe hacer: una obra maestra sin pies ni cabeza. Arte puro y duro.)

Buenas tardes don Huesito. Entremos a saco: un poeta, ¿nace o se hace?

Un poeta se inventa: se crea bajo la mentira hacia los demás.

¿Cuál es para usted el fin de la poesía?

El fin de la poesía es un punto y aparte, no un punto y final.

¿Cómo espera que sea su muerte?

Espero que sea dolorosa y lenta, para sacar lo mejor de la vida.

Resuma brevemente su trayectoria poética.

Matizando, escribo todos los días. Y destruyo todos los días. Lo que recoge la asistenta (Nelly) es lo que quedará al final de mi vida.

¿Qué géneros literarios ha tocado?

Lo que simple y llanamente me ha dado la gana. Yo no escribo con el alma. Yo no escribo con el estómago. Ni con los puños, ni los codos. Yo escribo bajo la influencia del arte que nace de ti, de él, de ella, de ellos y de ellas.

¿…Y de usted mismo?

No.

(Largo e incómodo silencio. El poeta mira el plato de aceitunas vacío con los ojos vidriosos. Sus brazos desplomados en el suelo. Una sonora ventosidad rompe el aire y alguna tormenta inhumana se desata en el interior del maestro.)

(Continuará…)

2 comentarios:

Anónimo dijo...

por fin se vuelve a desatar las tempestades en el afinado pasillo del hospital en el que trabajo. impaciente por la continuacion. agradecida.

una chica que os echava de menos.

la enfermera.

Anónimo dijo...

Recuerdo aquella tienda de botanica que acababa de cerrar alrededor de las nueve y veinte de la noche, han pasado treinta y un años y hoy todo se ha vuelto ha presentar troceado en cachitos atomizados cuando te he visto. Barcelona es demasiado grande, y ambos sentiamos pavor a la salida de ella, "Huesito" (¿debo llamarte asi habiendote conocido de pasada, en un par de horas, con un par de copas de mas?) fue el dia en el que abandoné la poesía. Me convenciste, y con años de retraso me entero de tu marcha. Todo esto no es mas que un paso histórico, histriónico para viejas y palurdos, escribir es perder el tiempo. Y vivir es pensar en como entre las encrucijadas aun todavía podemos saltar la alberca. Tus frases se me repiten y llevo dos noches escribiendote mentalmente para contarte mis años, mi prosperidad, pero siento decirte que ahora, a raiz de tu aparición he vuelto a escribir y a sentir como la corrosiva huella de la pintura caduca corre mis brazos, mis dedos, hasta dar en la tierra donde estás enterrado.
Adonde estés.